- La percepción del contribuyente de ser sorprendido. Si la persona tiene la idea de que muy probablemente DGII se percate de una infracción tributaria, pues se elevan las probabilidades de que no haya evasión impuestos. Las políticas de persecución a la evasión realizan mucho hincapié en esto porque ninguna Administración tributaria puede perseguir a todos los evasores de impuesto. La percepción se puede crear con políticas administrativas de control.
- La percepción del contribuyente de que, no obstante puede ser perseguido, en caso de aplicarse una sanción puede llegarse a un acuerdo o dispensa. Este es un punto muy serio. Es posible que un contribuyente piense que la administración muy probablemente lo fiscalizará y aplicará sanciones en un futuro, sin embargo si percibe que puede recibir una dispensa a través de la Administración, una amnistía, o puede burlar el pago de las sanciones distrayendo activos, creando otras compañías, etc., entonces puede suceder que evada impuestos aunque perciba en un 100% que la administración lo fiscalizará. Por ello es sumamente importante que quien evade impuesto tenga como consecuencia final y tangible el pago de la deuda o cobro compulsivo de la misma. También debe observarse que la política de otorgar dispensas es muy peligrosa porque los contribuyentes pueden percibir a la Administración como un ente débil y con el que se puede negociar fácilmente en caso de que se presente un caso de evasión; de este modo no resultaría un mal negocio evadir impuestos.
Las personas evaden impuestos aún sabiendo que evadir impuestos puede degenerar en recargos y sanciones; ¿por qué sucede esto? Existen varios factores a estudiar para responder esta pregunta y en este caso reflexionamos brevemente sobre al concepto de percepción en el ámbito tributario:
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Franklyn José Hernández BretónAbogado especialista en Derecho Administrativo Archives
Mayo 2021
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