Cuando uso una red social por una hora, estoy renunciando a cualquier beneficio o utilidad que pueda tener 1 hora de mi día, porque esa hora la empleo utilizando la red social. Podría utilizar dicha hora produciendo dinero, leyendo un libro, haciendo deporte, etc., pero renuncio a todo ello para usar la red social. Esto es válido de pensar porque las horas del día son recursos limitados, es decir no tengo infinitas horas para hacer lo que desee, sino que debo decidir en un marco de 24 horas.
Los manuales de Economía suelen definir costo de oportunidad como aquello a lo que renuncio para obtener algo a cambio. Podría parecer un concepto sospechosamente simple, pero constituye uno de los principios fundamentales de la ciencia económica. Los economistas piensan en costos, como Costos de Oportunidad, no como Costos Contables (desembolso de dinero).
Lo más interesante de este concepto es que puede aplicarse a absolutamente todo, desde políticas públicas hasta nuestra vida personal. Cuando empezamos a ser conscientes de que nada es gratis, todo tiene un costo de oportunidad asociado, entonces pensamos más racionalmente porque empezamos a ver los costos más lógicamente, no como simples desembolsos de dinero.
Otro ejemplo que facilita entender este concepto es que, si mañana decido a realizar ejercicio en el mirador, ya sé que el costo contable es gratis porque no hay que pagar para ir al mirador, pero el costo económico sí existe, y esta es la hora de sueño u ocio que tengo que sacrificar para hacer ejercicio.
Por otro lado, si mi país se compromete mañana a dar más presupuesto a la creación de cualquier servicio público o regulación, debería entender que hay un costo contable importante (hay que subir los impuestos o los ingresos del Estado de alguna forma para cubrir los nuevos costos contables), pero también debo pensar más profundamente y entender que la economía está renunciando a muchas cosas más: los ciudadanos, por ejemplo, al tener que pagar más impuestos están renunciando esencialmente a su libertad de decidir qué hacer con el dinero que producen ellos mismos.
Para terminar, quiero decir que cada vez que veo a personas muy optimistas porque el gobierno va a realizar X acción, suele suceder que nadie está observando los costos de oportunidad, nadie se detiene a mirar el sacrificio que deberá hacer la sociedad o un grupo de la sociedad para lograr cualquier cosa. Tampoco nadie suele analizar si el beneficio esperado de una regulación supera los costos económicos, no se cuantifican costos de oportunidad y sólo se cuantifica costo contable, se piensa de manera formalista y no real… y al final todo resulta en ineficiencia y atraso.
Franklyn Hernández Bretón
Abogado, Máster Der. Administrativo (USAL). Estudiante de grado Economía.