Por otra parte, el empleador debe pagar más del doble de lo que aporta el trabajador, es decir en base al salario del trabajador se realiza un cálculo, con cargo al empleador, de los aportes a la Tesorería de Seguridad Social. Sumados el aporte del empleador por seguro de salud (7.09%), más el seguro de pensión (7.1%), más el seguro de riesgo laboral (entre 1.1 y 1.3%) , resulta un total de más de un 15% del salario cotizable del trabajador, que debe pagar la empresa.
¿Dónde está la trampa de esto para el trabajador?
El trabajador percibe que le están descontando en 5.9% de su salario y no más. Sin embargo la realidad es que la empresa debe cumplir con la responsabilidad de la TSS y al momento de realizar un aumento de salario o una retribución complementaria al salario, declararlo al fisco y a la tesorería, pues naturalmente toma en cuenta que los montos a pagar por concepto de Seguridad Social van a subir también y por ello se abstiene de subir mucho el salario, o simplemente no lo sube. Lo que sucede se puede traducir en que la empresa que está dispuesta a realizar un aumento de mil pesos a un trabajador, prefiere realizar un aumento de quinientos pesos para que la seguridad social no aumente en demasía. Dicho en otras palabras: el trabajador indefectiblemente ve afectado su salario por la TSS aunque sólo perciba que se trata de un descuento de un 5.9%, eso no es real. La verdad es que la empresa no aumenta su salario, o lo aumenta muy poco, para no aumentar el pago de la TSS, y lo que sucede es que el empleado no se da cuenta de esto…de lo único que se percata es de que su salario no aumenta y cuando aumenta, es relativamente poco el aumento o prácticamente se trata de una indexación.
En lo personal no me causara pesimismo esta realidad si los aportes a la seguridad social fueran un aporte útil para todos. Actualmente las personas de clase media y clase alta, tienen que tener obligatoriamente dos seguros (un privado y otro público) porque el seguro de salud de la Seguridad Social (llamado plan básico) parece no ser de utilidad en los hospitales privados. En adición, las personas que tiene solamente el plan de salud público de la empresa provisto por la TSS, no están muy contentos con los seguros de salud. Un sinnúmero de trabas, “diferencias a pagar”, hospitales que no aceptan los seguros, médicos especialistas que no toman el seguro y una serie de conceptos técnicos de seguridad social que nadie entiende muy bien y siempre se interpretan en contra del paciente, hacen que este sistema cree mucho disgusto a la sociedad.
Lamentablemente en nuestro país las cosas verdaderamente serias no parecen crear discusiones y una de las razones que tienen las aseguradoras y el sector empresarial para no quejarse mucho de esto es que tienen una rentabilidad sumamente elevada con este sistema tan enrevesado. Mientras tanto los que no participan en ese negocio, empresas y trabajadores, están cada vez más molestos.
Franklyn Hernández Bretón