En este contexto complejo hay que preguntarse entonces: ¿Cómo identifico el fraude en este mar de papeles y hechos?
El primer paso para revisar una compra pública y determinar un posible caso de irregularidad debe ser realizar lo que llaman una lista de verificación o check list de todos los requerimientos de forma y fondo que establecen los manuales de compras y contrataciones públicas. Por ejemplo hay que revisar si se han respetado los plazos correspondientes, si el comité de compras es legítimo, si hubo publicaciones de convocatoria pública, etc. Esta parte pudiese complicarse porque, como dijimos, un expediente de compras puede consistir en decenas de carpetas y documentos, en ocasiones sin un orden lógico y tampoco con un índice, dificultando así todo para un tercero que revise el expediente.
Lo siguiente-y más complicado - consiste en ver más allá de los documentos escritos, en poder interpretar ciertos hechos como posibles indicios de irregularidad aunque se haya cumplido con todas los requisitos de forma de los procesos. Esto último es importante destacarlo de la siguiente manera: un expediente de contratación pública puede cumplir con todos los mandatos de la ley, ser un ejemplo de aplicación de la ley, y sin embargo ser un expediente invadido de intenciones dolosas y fraudes, y esto se produce porque la ley no es perfecta (aunque esto es obvio se nos suele olvidar), la norma tiene debilidades, lagunas y sobretodo un factor humano interviniente que la puede burlar con muy poco ingenio si se lo propone. Lo otro debemos recordar es que quien comete corrupción en cualquier etapa de la contratación pública, va a tomar todas las medidas posibles para ocultar lo realizado; por ejemplo en un caso de extorsión nunca se va a evidenciar nada en los expedientes porque el fraude se conviene verbalmente y se paga con dinero en efectivo, quedando el expediente “limpio”.
Visto esto, la pregunta que sigue es ¿cómo logro ver más allá del expediente?; ¿cómo identifico una situación extraña o posiblemente oculta? Lo primordial es identificar zonas de riesgo. Hay que concentrar la atención en los momentos de las licitaciones donde la ley es vulnerable para manipularse y donde es relativamente fácil cometer fraudes. Este principio de la identificación riesgos se utiliza bastante en materia de auditorías financieras y es también de mucho uso en materia de compras públicas.
Sobre los riesgos en materia de compras públicas, la OCDE ha realizado trabajos importantes que sirven de marco porque tienen un carácter científico de investigación. El estudio “La integridad en la contratación pública Buenas Prácticas de la A a la Z[1]” de la OCDE trata de forma clara el tema de los principales riesgos que han sido puestos en evidencia a nivel de varios países relacionados. (Puedes ver el texto íntegro en este enlace.)
En síntesis se identifican riesgos en tres grandes etapas: riesgos en la etapa previa al concurso; riesgos en la propia licitación o concurso; riesgo post concurso.
A continuación citamos algunos de los riesgos expuestos resumidamente:
Riesgos en la etapa previa: establecer requisitos que deben cumplir los contratistas que no han sido definidos ni adecuada ni objetivamente; elección de un procedimiento no adecuado o irregular para evadir los procedimientos más rigurosos y que implican mayor transparencia.
Riesgos propios en la licitación: acceso incompleto a la información para los interesados, en los pliegos o en las invitaciones a licitar; falta de competición, o, en algunos casos, presentación de ofertas en colusión, con precios inadecuados.
Riesgos post-concurso: falta de supervisión de los funcionarios para beneficiar a contratistas; separación deficiente de los encargados de las finanzas, especialmente en lo que se refiere a los pagos.
Considerando estos riesgos y tomando en consideración un proceso de sorteo de obras, podemos determinar varios puntos de riesgo . Un punto muy vulnerable de los sorteo de obras ocurre en la fase post-concurso. El contratista de un sorteo de obra puede ser adjudicado con transparencia y seriedad por parte de las partes involucradas, pero al momento de los pagos y cubicaciones es posible entonces chocar con la extorsión de los funcionarios públicos encargados de tramitar los pagos y autorizar distintas actos que son requisito para el cobro. Para detectar este tipo de eventos primero hay que saber que efectivamente se trata de un punto de riesgo y luego observar detenidamente cómo ocurrieron los pagos. Al igual que este punto hay otros varios más que deben analizarse caso por caso.
Conclusión
En definitiva lo importante de todo esto es saber que las compras públicas son procesos extensos y en los que puede ocurrir corrupción en diversos momentos. No se puede decir que los sorteos de obra son garantía de transparencia y seriedad por el simple hecho de que haya un sorteo o azar en un momento de la contratación; el asunto no es tan sencillo.
También queremos expresar que sin un método claro y científico de trabajo no vamos a llegar ningún lado en el análisis de una compra pública. Si una persona toma un expediente de licitación y empieza a dar palos a ciegas sin un método y aplicando su “intuición” y “olfato” personal, es como si lanzaran a una persona a un laberinto y con los ojos vendados. Independientemente de todo hay que tener un método y aplicarlo con rigor.
[1] [Integrity in public procurement. Español] La INTEGRIDAD en la contratación pública [Texto impreso] : buenas prácticas de la A a la Z / traducción de Isabel Sánchez Gil. – 1ª ed. – Madrid : Instituto Nacional de Administración Pública : Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 2009. – 182 p. : gráf. ; 24 cm. – (Estudios y documentos)