Una situación recurrente que observamos son las fiscalizaciones por cruce de información con terceros y las compañías de adquirencia (empresas que operan las tarjetas de crédito y débito; ejemplo Cardnet y AZUL).
El hecho es el siguiente: DGII cita al contribuyente y le entrega un formulario donde detalla una serie de inconsistencia entre lo declarado por un tercero y lo declarado por el propio contribuyente. DGII le ordena aportar las facturas y medios de pagos de los períodos afectados (los cuales suelen ser hasta 5 años atrás).
Suele pasar que el contribuyente asiste donde el auditor cuando ven las inconsistencias, para aclarar hechos que no están bien explicados en la citación, y el auditor de DGII le explica, y procede a decir que “revisen las facturas pagadas con tarjetas crédito y que tienen NCF con valor fiscal” porque puede haber una “duplicidad”. Y aquí está el eje del problema: el auditor de DGII realiza un cruce de información tomando como base de datos tres fuentes: el ingreso que reporta el contribuyente, el gasto que reporta el comprador, y el reporte de las compañías de adquirencia. Entonces se produce claramente una duplicidad de ingresos en contra del contribuyente porque éste reporta su ingreso, pero también lo reporta la compañía de adquirencia; los auditores de DGII son conscientes de este problema recurrente y que causa centenares de fiscalizaciones por este sólo hecho.
El problema claro es que estas fiscalizaciones cubren varios años en el pasado y hay que perder tiempo y recursos armando un expediente, y en caso de que los voucher de las tarjetas suelen haberse borrado por tanto tiempo transcurrido (se recomienda sacar copia a cada voucher por este motivo).
Pero el problema más grave a nuestro juicio es el aspecto ético del asunto. DGII y sus auditores saben de antemano de donde proviene la duplicidad de los ingresos y prefieren mandar las citaciones a sabiendas de esto, con un número elevadísimo de inconsistencias que no son más que duplicidades (siempre que se trate de comercios en que se usan muchas tarjetas de crédito). DGII con esta práctica pone a la empresa a gastar tiempo y recursos en explicar estas inconsistencias, y no hay dolientes para el empresariado.
En el aspecto profesional, consideramos esta práctica como irresponsable y denota poca cualidad profesional en las fiscalizaciones de la Administración.
Ojalá sirva este artículo de llamado de atención... aunque es casi imposible que suceda porque es más fácil hacer trabajar al contribuyente, exigirle mucho, y hacer fiscalizaciones dando un clic a un ordenador y sin filtrar ningún dato ni nada. Es la realidad.
Franklyn Hernández Bretón
Abogado. Mágister. Estudiante Economía mitad de carrera.