Por: Franklyn Hernández Bretón
El objeto de esta serie de principios es que las personas conozcan cómo pensamos en el aspecto ético. En un país donde la profesión de abogado es sumamente criticada y con mala reputación, soy creyente de que hay muchos profesionales buenos y serios que no estamos dispuestos a sacrificar nuestra integridad por nada.
Legalidad. Defiendo la legalidad de un caso o un procedimiento, no apoyo ni promuevo la ilegalidad. En este sentido no doy consejos ni ayudo a las personas a cometer un hecho no amparado estrictamente en la ley tributaria u otra. En casos de personas que cometen faltas muy evidentes y apartadas de la ley, nuestro consejo profesional y labor está en proteger sus intereses en el sentido de que no sean sancionados injustamente o con una multa improcedente en el caso.
Realidad. No apoyo ni ayudo a desdoblar la realidad de un hecho para evadir responsabilidades de clientes y asesores.
Objetividad. Es preciso poder estudiar un expediente sin teorías preconcebidas y que me permitan dar una opinión objetiva del caso. Siempre escuchamos otras opiniones o criterios pero ello no quiere decir que las aceptemos.
Expectativas. No damos falsas expectativas. Tratamos de ser lo más objetivos posibles y explicar las posibilidades que tiene un caso, siempre tratando de no crear una falsa esperanza a nuestros clientes para atraer los casos.
Honorarios. Los honorarios siempre son acordados por escrito y con anterioridad a nuestros trabajos. Tratamos de ser claros y precisos en este aspecto para evitar futuros desencuentros.
El objeto de esta serie de principios es que las personas conozcan cómo pensamos en el aspecto ético. En un país donde la profesión de abogado es sumamente criticada y con mala reputación, soy creyente de que hay muchos profesionales buenos y serios que no estamos dispuestos a sacrificar nuestra integridad por nada.
Legalidad. Defiendo la legalidad de un caso o un procedimiento, no apoyo ni promuevo la ilegalidad. En este sentido no doy consejos ni ayudo a las personas a cometer un hecho no amparado estrictamente en la ley tributaria u otra. En casos de personas que cometen faltas muy evidentes y apartadas de la ley, nuestro consejo profesional y labor está en proteger sus intereses en el sentido de que no sean sancionados injustamente o con una multa improcedente en el caso.
Realidad. No apoyo ni ayudo a desdoblar la realidad de un hecho para evadir responsabilidades de clientes y asesores.
Objetividad. Es preciso poder estudiar un expediente sin teorías preconcebidas y que me permitan dar una opinión objetiva del caso. Siempre escuchamos otras opiniones o criterios pero ello no quiere decir que las aceptemos.
Expectativas. No damos falsas expectativas. Tratamos de ser lo más objetivos posibles y explicar las posibilidades que tiene un caso, siempre tratando de no crear una falsa esperanza a nuestros clientes para atraer los casos.
Honorarios. Los honorarios siempre son acordados por escrito y con anterioridad a nuestros trabajos. Tratamos de ser claros y precisos en este aspecto para evitar futuros desencuentros.